La preocupación por la salud de nuestros
dientes no es nueva. Ni de ayer. Ni siquiera del siglo pasado. La historia de
la odontología, al menos aquello que
se ha podido documentar, se remonta a varios milenios atrás en el tiempo, tal y
como ha mostrado la Sociétè
Française d’Histoire de l’Art Dentaire (SFHAD) - la Sociedad Francesa de
Historia del Arte Dental- en un proyecto
más que original.
La Societé ha puesto en marcha -ver en su página
web- un Museo Virtual con el que pretende poner en conocimiento de sus visitantes aquellos instrumentos que,
hace ya mucho tiempo, utilizaban los que se consideran como los primeros dentistas. Se trata de una
retrospectiva histórica documentada y muy gráfica que despierta la curiosidad
en torno a una profesión cuyos primeros pasos se sitúan, según los expertos, en
el antiguo Egipto.
¿Quién
es el primer dentista del que se tiene noticia? Su nombre era el de Hessie-Rese y
vivió en el 3.000 a.C. Según parece, la mala alimentación de los egipcios
provoca constantes y graves consecuencias en su dentadura. Eran grandes
consumidores de miel, un rico y nutritivo alimento que, sin embargo, debe
tomarse con moderación debido a su alto contenido en azúcar.
¿Cómo se cepillaban los dientes los
egipcios? Se sabe que usaban la planta del
papiro para este menester, mientras que la pasta de dientes era una mezcolanza de sal, menta, lirio seco y
pimienta en grano mezclada y machada hasta obtener el que podría ser el primer dentífrico. La investigación sobre las momias
ha sido la que ha permitido conocer estos detalles, aunque también los apuntes
de los escribas o, incluso, los conocidos jeroglíficos egipcios.
Este Museo Virtual del Arte Dental -en
francés eso sí, aunque con muchas y sorprendentes imágenes- nos ofrece una cantidad ingente de
información en torno a una profesión que no siempre ha sido bien entendida a lo
largo de la historia –de hecho, muchas personas aún tienen miedo al acudir al
dentista-. Aunque viendo algunos de los aparatos e instrumentos que se
utilizaban en la antigüedad se pueda justificar ese temor en el pasado. Y si no,
observan uno de los abrebocas del
pasado que se muestra en la fotografía…
Fotografía: Museo Virtual del Arte Dental
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